De las demandas al relato oscuro. Así nace un escritor atípico

Eduardo Zorrilla Artero nació en Bilbao en 1966, aunque lleva más de tres décadas afincado en Madrid, ciudad que adoptó como suya tras sus estudios de Derecho. Pero su historia no empieza en un juzgado, sino en los pasillos de un colegio donde, como él mismo dice, ser "enclenque, canijo, descoordinado y gafotas" forjó tanto su carácter como su amor por la lectura.

En un entorno donde el bullying aún no tenía nombre (pero se ejercía con entusiasmo desde profesores hasta conserjes), Eduardo encontró refugio en los libros... y desarrolló una gran habilidad para la negociación, que lo llevó a estudiar Derecho, primero en Deusto y luego en Madrid. De ahí, a la vida profesional como abogado: años de demandas, recursos, contestaciones y algún que otro verso suelto en etiquetas de champú.

Pero todo lector empedernido es también un contador de historias en potencia. Y un verano cualquiera, mientras la mayoría descansaba, Eduardo empezó a escribir un cuento que llevaba más de treinta años creciendo en su cabeza. Lo que nació como una criatura tímida, se transformó rápidamente en una novela con vida propia: La pistola del manco. Una obra que mezcla novela negra, horror clásico y humor negro, inspirada en hechos reales… y en otros que, bueno, ¿quién sabe?